¡Hoy nos vamos de excursión!. Hablando con propiedad tendría que decir que, es Jose quien se va de excursión con sus compañeros del cole, pero la realidad es que, es algo que realizamos juntos siempre. Él acudiendo a su cita y disfrutando del día y, yo anticipando la actividad para él, explicándosela una vez más justo antes de dejarle en el colegio y tratando de comportarme con la misma naturalidad con la que lo hago cuando es Rubén el que se aleja de mí a un sitio nuevo que se sale de su rutina.

Le he dejado en su clase de referencia  (por el momento seguimos estudiando en un colegio ordinario con aula específica para niños con TEA), a pesar de que no quería marcharme de allí. Sus compañeros revoloteaban a su alrededor diciéndole lo bien que lo iban a pasar, saludándole y chocando sus palmas con las de él haciendo una vez más que yo, como una simple espectadora, disfrutara de la naturalidad con que cada uno de estos niños le tratan. Me maravilla el cariño con el que se dirigen a él, y despejan mis dudas sobre si elegimos la opción correcta.
Uno de ellos (da igual su nombre porque cada vez es alguien distinto) se ha acercado a mí para decirme casi gritando: 
- ¡Yo quiero ir con Jose en el autobús!
- Pues díselo a Victoria cuando llegue -. He tratado de articular como si nada, aunque en el fondo estaba casi asombrada de que se ofrecieran voluntarios para acompañarle y he tenido que contenerme para no darle un superachuchón a ese pequeño por haberme arrancado una sonrisa inmensa para el resto del día. Y eso , es exactamente lo que le ha dicho en cuanto ha entrado su profesora en el aula.




La inclusión en España está aún a años luz de ser real. Los colegios no disponen de los medios y los recursos necesarios para ello. La administración dota tan sólo de 1 A.L (especialista en audición y lenguaje) y 1 integrador social para un ratio de 5 niños, que muchos colegios ni siquiera cumplen, excediendo en al menos un alumno de más por colegio. Incluso han habido tentativas de eliminar la figura del integrador social en los centros hace escasamente tres años. Así estamos, al menos en Madrid, que es la Comunidad Autónoma donde vivimos.

Para que realmente los profesores de ordinaria pierdan el miedo a enfrentarse con alumnos con dificultades severas para el aprendizaje necesitarían personal de apoyo en el aula de manera casi constante. Al menos durante los primeros años en que un centro decide convertirse en centro preferente para la integración. Los profesores de ordinaria necesitan modelos para aprender a enfrentarse a este nuevo reto educativo, pero además necesitan el apoyo para realizar adaptaciones curriculares, para afrontar momentos concretos en los que al alumno le resulta difícil adaptarse al entorno de la clase, como estar sentado durante un tiempo prolongado, realizar actividades novedosas que en ocasiones requieren más apoyo...mil y una situaciones que sólo ellos pueden explicar.  Lo que sé es que no sería ni tan caro, ni tan difícil de poner en práctica, pero no es la realidad.
La experiencia demuestra sin ninguna duda que este es el camino. Que los niños con necesidades educativas deben escolarizarse como uno más, compartir actividades, cumpleaños y experiencias con sus iguales. Sus iguales les permiten tener acceso a las conductas normalizadas, a los ratos de ocio, al cariño y les permite "criarse" en un entorno de tolerancia donde la diversidad es una realidad. Pero los adultos no aprendemos, seguimos generando centros dotados de recursos que obligan a padres y profesores a cruzar la calle y sacar a los niños del entorno donde de verdad deberían estar para matricular a "nuestros niños" en centros con más recursos. 
Tras la excusa de que los centros no disponen de los recursos necesarios y que se debe cambiar de modalidad educativa se esconde una vez más políticas de discriminación y segregación poblacional.
¿No sería más fácil trasladar esos recursos a los centros ordinarios para que TODOS se beneficiaran de ellos?
He reído tanto como he llorado durante estos años en los que Jose ha mantenido la escolarización en su centro, no hay inclusión, soy realista, pero hay un intento enorme por parte de algunos profesionales en cambiar las cosas. Percibo el miedo de algunos profesores a afrontar situaciones difíciles cuando están solos sin los apoyos de los especialistas del aula. Sin embargo, a lo largo de estos años también he comprado que estar ahí es la única manera de provocar el cambio, el único camino para enfrentarse a los temores que profesores y padres tenemos.
Hoy nos vamos de excursión y somos uno más (al menos por el momento), aletearemos innecesariamente debido a los nervios, comerá macarrones con salchichas junto al resto de sus compañeros y posiblemente esta tarde mismo (al volver) o, mañana algun@ pequeñ@ angel se acerque a nosotros para decirnos:
- ¿Sabes que Jose lo pasó fenomenal/regular en El espinar? Hicimos un taller, dimos de comer a los caballos....  (Y nos contará todo lo que aún Jose no es capaz de contarnos con palabras)
Entonces, volverá a arrancarnos una sonrisa...

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La biblioteca

  • Autismo. Hacia una explicación del enigma. Frith, Uta
  • Estimulación del lenguaje Oral "Un modelo interactivo para niños con necesidades educativas especiales". Autores: Adoración Juárez Sánchez, Marc Monfort
  • Habla signada para alumnos no verbales. Autores: Benson Schaeffer, Arlene Raphael, George Kollinzas
  • Hablando nos entendemos los dos. Guía para padres sobre como ayudar a sus hijos a comunicarse. (Publicación del Centro Hanen). Autora: Ayala Manolson
  • La Práctica de la Comunicación Bimodal. "Del signo a la Palabra". Autores: Marc Monfort, Adoración Juárez Sánchez, Isabelle Monfort Juárez
  • Leer para hablar. Autores: Adoración Juárez y Marc Monfort
  • Programa elemental de Comunicación Bimodal. Autores: Marc Monfort, Angel Rojo Jr., Adoración Juárez