El trastorno de espectro del autismo engloba un conjunto de trastornos que afectan al desarrollo cerebral. El término "espectro" se refiere la amplia gama de síntomas, habilidades y niveles de deterioro o discapacidad que pueden tener los niños con el TEA.
La afectación de los pacientes con TEA varía enormemente, algunos presentan un deterioro leve causado por sus síntomas, mientras que otros están gravemente discapacitados.
¿Por qué decimos que el autismo es un trastorno y no una enfermedad?
Una enfermedad es una alteración de la salud que debe cumplir con al menos dos de los siguientes criterios:
- Que tenga una causa (un agente etiológico) reconocible.
- Que tenga un grupo identificable de signos y síntomas.
- Que presente alteraciones anatómicas consistentes.
Un trastorno puede considerarse como una descripción de una serie de síntomas, acciones o comportamientos. Suele estar asociado con patologías o desórdenes relacionados con patologías mentales.
En resumen, podemos decir que en el caso del autismo, la etiología es desconocida. Los trastornos del espectro autista son afecciones físicas relacionadas con una biología y química anormales en el cerebro, cuyas causas exactas aún se desconocen. De hecho muchos pacientes no presentan alteraciones en las determinaciones cromosómicas actuales, y la neuroanatomía también resulta normal en las pruebas de neuroimagen.
SÍNTOMAS DEL TEA.
Signos de alarma en bebés y niños de hasta 2 años:
Deterioro de la actividad social:
· Realizan poco contacto visual
· Tienden a mirar y escuchar menos a la gente en su entorno o no responder a otras personas.
· No buscan compartir su gusto por los juguetes o actividades, señalando o mostrando cosas a los otros. Es decir, no acuden a sus papás por ejemplo con una hoja en la mano para enseñársela, ni algo nuevo que le acaban de regalar.
· Responden inusualmente cuando otros muestran ira, aflicción o cariño. A veces no se inmutan, porque no consiguen empatizar con la emoción que expresa la persona que tiene enfrente.
Dificultades de la comunicación.
· No responden o son lentos en responder a su nombre o a otros intentos verbales para obtener su atención
· No desarrollan o son algo más lentos en desarrollar gestos, como señalar y mostrar cosas a otros
· No balbucean en el primer año de vida o en caso de balbucear, puede después dejar de hacerlo.
· Desarrollan el lenguaje a un ritmo tardío.
· Aprenden a comunicarse usando dibujos o su propio lenguaje de señas
· Hablar solamente con palabras sencillas o repetir ciertas frases una y otra vez, pareciendo incapaces de combinar las palabras para formar oraciones con sentido.
· Repite palabras o frases que escuchan, una patología llamada ecolalia
· Usa palabras que parecen raras, fuera de lugar o que tienen un significado especial conocido solamente por aquellos familiarizados con la forma de comunicarse del niño.
Conductas repetitivas y estereotipadas.
Con frecuencia, los movimientos de los niños con el TEA son repetitivos y sus comportamientos, inusuales. Estas conductas pueden ser extremas y muy llamativas, o leves y discretas. Por ejemplo, algunos niños pueden agitar sus brazos repetidamente o caminar con patrones específicos, mientras que otros pueden mover sus dedos por sus ojos de manera sutil en lo que parece ser un gesto. Estas acciones repetitivas a veces se denominan "estereotipos" o "conductas estereotipadas".
Los niños con el TEA suelen tener intereses excesivamente enfocados, lo que a veces se denomina “intereses restringidos”. Los niños con el TEA pueden sentirse fascinados con objetos en movimiento o partes de objetos, como las ruedas de un automóvil en movimiento (En lugar de jugar con el camión se pasan el rato mirando como giran las ruedas del camión). Pueden pasar largo tiempo alineando juguetes de cierta forma en lugar de jugar con ellos. También pueden molestarse mucho si alguien mueve accidentalmente uno de los juguetes. La conducta repetitiva también puede tomar la forma de una preocupación persistente e intensa.1 Por ejemplo, pueden obsesionarse con aprender todo sobre las aspiradoras, horarios de tren o faros. Los niños con el TEA a menudo tienen un interés por los números, símbolos o temas científicos.
Otras afectaciones que pueden tener los niños con TEA son:
- Problemas sensoriales.
- Problemas de sueño.
- Discapacidad intelectual.
- Crisis epilépticas.
Ante situaciones novedosas o situaciones que no entienden las personas con TEA pueden presentar conductas disruptivas.
¿Qué es una conducta disruptiva?
Por conductas disruptivas nos referimos a aquellas conductas que bloquean cualquier posibilidad de interacción o aprendizaje con una persona. Existen diferentes tipos de conductas disruptivas tales como la falta de atención, gritar, tirarse al suelo, lanzar objetos, agredir a otros o autoagredirse, sufrir berrinches o pataletas.
" No debemos olvidar nunca que las conductas disruptiva tienen siempre un motivo. Por lo que cuando una persona con TEA responde de este modo hay que valorar qué puede haber sido el detonante e intentar afrontar la situación sin pensar que responde así porque es una persona agresiva o maleducada. "
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